La dependencia trae vida y salud

La dependencia trae vida y salud

La dependencia trae vida y salud

Cuando hablamos de dependencia, no es cualquier dependencia, Juan nos narra el discurso de Jesús cuando le dice a sus discípulos de la importancia de permanecer en Él, usando una comparación, de todos conocida, como la vid y sus ramas, Juan 15:1-17.[1]

Esta figura nos revela verdades que son totalmente aplicables a la iglesia en cualquier tiempo y en cualquier lugar. Jesús deja claro que la vida en él debe ser así, o de lo contrario no serán parte ni de Él, ni del Reino, por lo que se secarán y no tendrán fruto. Esto deja claro el mensaje, sus demandas y sus efectos.

Interesantemente el mensaje de Jesús no está dirigido a los que no lo conocen, sino más bien es un mensaje directo a sus seguidores, a los que ya confían en él y le siguen. Podríamos llamarle un mensaje de compromiso, responsabilidad y constancia.

La función del «Jardinero» en estas demandas.

Jesús se identifica como la Vid, la base, el soporte, el que provee para que las ramas sean saludables y productivas. Luego identifica al Padre como el que las cuida y se encarga de quitar las ramas si no llevan fruto o estorban para el crecimiento saludable del árbol y de las ramas que sí son saludables.

Demandas del Jardinero

Es responsabilidad de cada creyente «permanecer» en la vida. Pero, también es responsabilidad «dar mucho fruto». Por el contexto de este pasaje, el fruto es muy específico, habla del carácter, de la evidencia de pertenecer a una Vid que su sábila da vida y que sus ramas producen esto. Deben ser evidentes los resultados. Jesús les dice: «…que os améis unos a otros…» (vr. 17). El amor es uno de esos frutos, pero también el interés y la constancia de servir en el Reino. Es tan importante para Dios que, en su Reino se mantenga la unidad, la transparencia y el amor unos a otros.

La dinámica del Reino

El mensaje de Jesús revela una dinámica muy interesante del Reino. Jesús es el que llama, salva y envía, el Padre, cuida, preserva y limpia. Las ramas permanecen, crecen, llevan fruto y se multiplican. Este modelo se repite en cada época, tiempo y desarrollo de la iglesia, en cada seguidor de Jesús y miembro del Reino de Dios. Por lo tanto, el Reino es dinámico, tiene sus demandas, pero tiene también sus privilegios, tiene una misión, tiene un mensaje, tiene un propósito al establecerse en la tierra.

En el contexto, ya Jesús les había prometido a alguien más, al Espíritu Santo quién daría dirección, sabiduría, poder y destrezas para lograr que esta dinámica se de, de manera fluida, precisa y exponencialmente. Si notamos todos son importantes en el Reino.

Por esta razón, cada uno debe cumplir su misión, de acuerdo a la misión general de Dios. Si alguien deja de hacer su trabajo, el Reino se estanca, la iglesia deja de ser y el mundo se pierde. Por esa razón, si la iglesia existe es porque hay un mundo que la necesita y en la economía de Dios es imperioso ser y hacer. ¡Qué preciosa dinámica del Reino!

 

[1]  La versión usada en este escrito: Lockman Foundation. (1998). Santa Biblia: la Biblia de las Américas: con referencias y notas (electronic ed., Jn 14:18). La Habra, CA: Editorial Fundación, Casa Editorial para La Fundación Bíblica Lockman

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