La Real Academia Española, en el 2021, incorporó palabras nuevas a su Diccionario, que son usadas mayormente por los millennials. Entre ellas se encuentran: “Crush”, referida como el amor a primera vista; “influencer”, que es la persona que tiene alta presencia e influencia en redes sociales; “hater”, que son personas que odian algo; “troll”, que es la persona que se dedica a molestar a alguien; “lol”, cuando ríes mucho; entre otras muchas frases y palabras que son comunes en su uso y que forman parte de la comunicación entre una determinada generación.

Al igual que los millennials, cada generación innova en la forma de comunicarse entre sus padres de manera natural. Pero te imaginas que llegará el día en que, aunque todos seamos de diferente generación, idioma o lugar, ¿hablaremos lo mismo, a una sola voz?

El apóstol Juan, nos relata en Apocalipsis 19:6, que oyó y vio una gran multitud de personas, a gran voz diciendo “…:¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! 7 Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado”.

Aleluya, quiere decir alabad al Señor y esta es la manera en que todos los creyentes del mundo, vamos a comunicar a nuestro Dios cuánto lo amamos y cuánto disponemos nuestro corazón, con humildad, a aceptar su señorío y dependencia de aquel que Reina.

Aleluya, también lo practicamos cuando estamos a solas, en familia o con toda la iglesia, cuando adoramos juntos a una sola voz, donde se unen todas las generaciones que, con corazón sincero, han decidido seguir a Cristo.

Alabamos a Dios porque “Él reina”, nos alegramos porque “han llegado las bodas del Cordero” y junto con la iglesia procuramos activamente practicar acciones justas o buenas acciones, que son el testimonio vivo de la iglesia.

Que nuestro estilo de vida de santidad nos lleve a ser llamados a participar en la celebración de la cena de las bodas del Cordero, pero este anhelo sólo podrá ser realidad mediante una invitación, como dice en Apocalipsis 19:9: “Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero.”

Ser llamado, es un privilegio que sólo viene de parte del Señor. Demos lo mejor por estar en la lista de invitados, preparándonos según su llamado en 1 Pedro 1:16 “porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.” Piense por un momento en estas preguntas: ¿Cómo está su vida espiritual con el Señor?, cuando llegue el momento de ser llamado por el Señor, ¿Estará usted preparado para ir con Él?, ¿Está viviendo una vida de santidad o el pecado está inmerso en su vida?

Mientras tenga vida hay esperanza. Anhele con todo su corazón vivir una vida en obediencia y alabanza al Señor a fin de que su deseo se cumpla en usted. Shalom