Ester

Ella se sentó en una silla en la primera fila con las piernas colgantes y un gran lazo rosa en su cabeza. Sus ojos castaños de cierva me estaban mirando. Fue el momento más aterrador en el que ella había estado en sus siete años enteros, pero cuando llegó el momento, ella caminó, abrió su Biblia y comenzó a leer el Salmo 103 en frente de nuestra gran iglesia. Esa es mi hija, Brooke Esther. Ella fue nombrada así en honor a mi madre, a uno de mis personajes bíblicos favoritos, y al libro que Dios usó para llamarme al ministerio. Fue el libro que desafió mi miedo y me ayudó a dar un paso adelante en la fe, y Brooke Esther, mi piedra de ebenezer de ese momento, ahora estaba haciendo lo mismo. Ella es hermosa y valiente por igual, y está caracterizada por el versículo de su vida que se encuentra en el discurso de Mardoqueo a Ester en el capítulo 4: "'No te imagines que por estar en la casa del rey, serás la única que escape con vida de entre todos los judíos. Si ahora te quedas callada, de otra parte vendrán el alivio y la liberación para los judíos, pero tú y la familia de tu padre perecerán. ¡Quien sabe si precisamente has llegado al trono para un momento como este!'"
¿Por qué le dijo Mardoqueo estas palabras a Ester? En resumen, el rey Jerjes de Persia estaba buscando una reina de reemplazo, y de todas las mujeres que el rey podría haber elegido, fue la hermosa Ester quien "ganó". El rey no era consciente del trasfondo judío de Ester. Mardoqueo, su primo judío que estaba de pie en las puertas del palacio, se negó a inclinarse ante el malvado oficial del rey, Amán. Debido a esto, Amán buscó no solo matar a Mardoqueo, sino también al pueblo judío. Mardoqueo se enteró de la conspiración, y fueron esas palabras en el capítulo cuatro donde él presenta la posibilidad de que Ester haya llegado a su posición actual para salvar a su pueblo.
Alerta de spoiler: Amán fue descubierto. Esto llevó a que el pueblo judío se defendiera, garantizando su preservación como pueblo, y Amán fue colgado en la misma horca que él había construido para colgar a Mardoqueo. Curiosamente, Dios nunca es mencionado en esta historia, pero el hecho de que no veamos el nombre de Dios, no significa que no veamos su mano en cada paso del camino.
Todo esto nos plantea una pregunta: ¿De qué tiene temor, y cómo está obrando Dios en medios de sus miedos? Incluso como seguidores de Cristo, tememos que Dios nos pida que renunciemos a lo que es difícil de renunciar, llamándonos a algo nuevo, o incluso confiando en los resultados de las situaciones. Hacemos preguntas como: ¿Qué significará eso para mí? ¿Cómo podré hacer eso? En esos momentos de experimentar temor de avanzar en la fe, las palabras de Mardoqueo nos enseñan algunas lecciones importantes:
No te imagines que por estar en la casa del rey serás la única que escape con vida de entre todos los judíos.
No crea que si Dios lo ha puesto en una posición, incluso si le causa miedo, que usted puede simplemente ignorar lo que está pasando. No crea que si Dios lo está llamando a hacer algo o defender algo, usted puede ignorar su llamado.
Si ahora te quedas callada, de otra parte vendrán el alivio y la liberación.
Si usted es puesto en una posición, y Dios lo está llamando a hacer algo, no hacerlo sería desobediencia. No responder o rendirse a lo que él está pidiendo es desobediencia. Además, él levantará a alguien más para que haga su voluntad, y usted se perderá la bendición. De cualquier manera, sus planes se cumplirán.
Tú y la familia de tu padre perecerán.
¿Qué es la desobediencia? Pecado. ¿A qué conduce el pecado? Romanos 6:23 nos recuerda que la "paga del pecado es muerte". Su pecado no solo le afecta; también puede tener consecuencias para otros.
¡Quien sabe si precisamente has llegado al trono para un momento como este!'"
¿No es esta pregunta para todos nosotros, independientemente del tipo de situación en la que nos encontramos? Dios nos ha puesto con quien nos ha puesto, donde nos ha puesto, con el propósito que nos ha puesto, de la manera que nos ha puesto para un momento como este.
Al igual que Ester, que nosotros podamos responder: "Me presentaré, ¡y si perezco, que perezca!" Avanzando del miedo hacia la fe, vemos que Ester pasa de estar preocupada por su vida a ser confiada a pesar de la amenaza de muerte. Eso es lo que yo experimenté cuando dije que sí al llamado de Dios al ministerio. Es lo que vi hacer a Brooke Esther ese domingo por la mañana. Que seamos siempre las personas que dan un paso adelante en la confianza en el Espíritu Santo, superemos nuestros miedos y lo hagamos para un momento como este.